ENSAYO

 INTRODUCCIÓN:

Todos están de acuerdo que las mujeres y sobre todo las madres, siempre han cumplido un rol importante en la sociedad desde tiempos muy remotos. Ellas tienen una gran influencia en la crianza de las futuras generaciones. Sin embargo, esto no las excluye de ser víctimas de crímenes que pueden llegar a ser mortales. por ello se busca acabar con este mal desde la raíz a través de la pena de muerte. Ante esta situación, algunas personas afirman que están de acuerdo con esta medida, ya que, al ser una medida muy drástica, tendrá un efecto casi inmediato como lo fue en Singapur, donde se redujo la tasa de narcotráfico al implementar esta medida. En contraposición a esto, están los que defienden la vida de los criminales, al argumentar que uno de los derechos más importantes del ser humano, es el derecho a la vida. En este contexto, la pena de muerte se convierte en una medida drástica que generará el cambio y tendrá resultados casi inmediatos, reduciendo la tasa de feminicidios. El presente ensayo tiene como finalidad plantear una nueva medida, y buscar una reforma en el sistema penitenciario, para lograr cambio a corto o mediano plazo. A continuación, se presentarán argumentos que fortalecen la tesis antes mencionada.

DESARROLLO:

En primer lugar, la violencia contra la mujer es un mal actual que no ha podido solucionar el estado a lo largo de los años. Para empezar a entender este problema social debemos comenzar por sus definiciones. Por ello, la afirmación más concurrida según Cardozo y Montañez (2018) refiere que es una agrupación de hechos negativos que van en contra de la salud física, psicológica y anímico de la mujer (p.46). Asimismo, según Gonzales, M. (2017) se diferencia en 4 tipos de violencia: 

- Violencia Psicológica: Es toda acción que pudiera ocasionar daño emocional dentro del autoestima de la mujer.

- Violencia Física: Es toda acción que causa daño a la integridad corporal o salud de la mujer.

- Violencia Sexual: Es toda acción de naturaleza sexual que se realiza sin el consentimiento de la mujer.

- Violencia Económica: Es toda acción que puede ocasionar un menoscabo en los recursos patrimoniales de la mujer. (p.24-27).

Pero también nos intriga saber cómo actuó el estado peruano ante la violencia contra la mujer. Por una parte, según El Peruano (2015) las medidas de prevención que ofrece nuestra legislación contra este tipo de violencia son las siguientes:

- La prohibición de comunicación del agresor hacia la víctima sea vía telefonía,

electrónica, etc.

- Retiro del agresor del domicilio, impedimento de acercamiento o aproximación de cualquier forma.

- Inventario sobre sus bienes.

- Cualquier otra requerida para la protección de la víctima (Artículo 22. Ley N°30364).

Mientras tanto, en cuanto a las penalizaciones que otorga nuestra legislación contra este tipo de violencia, Eguren, J. (2017) afirmó que la violencia contra la mujer y los miembros de su grupo familiar, incluidos menores, adultos y personas  con discapacidad, se sanciona con pena privativa de libertad de 5 a 15 años, en los casos más graves: Además, los policías y los fiscales deben tramitar y resolver las denuncias de agresión en un plazo  de 72 horas y pueden ser condenados a prisión por incumplimiento.

Ante todo, lo descrito, tanto las medidas de prevención como las penalizaciones para frenar la violencia contra la mujer no han sido suficientes para contrarrestar este mal actual.

Por otro lado, se refleja un incremento de casos de violencia contra la mujer y feminicidio en el Perú. Para ello, se presentará un caso de violencia contra la mujer y el accionar de la ciudadanía frente a este tipo de violencia. El caso Arlette Contreras fue un suceso muy sonado en el Perú debido a la brutal golpiza que sufrió la joven en mención. 

Según relata Caballero:

 

“Aquella madrugada Arlette Contreras ingresó al hotel junto a Adriano Pozo, su pareja de entonces e hijo de Jorge Pozo Palomino, regidor de la provincia de Huamanga y hombre influyente en la capital ayacuchana. Según muestran las imágenes de las cámaras del hotel (Latina.pe, 2015), el encargado de la recepción se despierta a las 01:36 de la madrugada por los gritos que salen de la habitación donde Arlette Contreras y Adriano Pozo se encuentran. Siete minutos más tarde, ella sale corriendo de la habitación. Su agresor, desnudo, sale también a perseguirla. Arlette llega a la recepción y trata que el recepcionista le dé refugio. Pero Pozo forcejea con ambos. En un momento, quizá el más impactante, Arlette cae al suelo y su agresor la toma de los cabellos y empieza a arrastrarla. (Caballero, 2018, pp 102).”

 

A raíz de este suceso, la ciudadanía reaccionó frente a este repugnante hecho. El día del 13 de agosto de 2016 en la ciudad de Lima, se realizó una marcha multitudinaria de más de 150 000 personas con el lema de “Ni una menos” que se basaba en defender los derechos de las mujeres y tratar con severo castigo a los abusadores, esto a raíz de los Casos de Arlette Contreras y Lady Guillen en las cuales la justicia peruana tuvo decisiones de sentencias que no fueran las esperadas llegando a calificarse de benignas por la población (Chinchay y Cortijo,2016). 

Mientras tanto, ahora se presentará un caso de feminicidio y el crecimiento exponencial de este tipo de asesinato. El caso de Solsiret Rodríguez fue un hecho que resonó en el Perú debido a la brutalidad de su muerte. Según Saavedra (2021), relata que el 23 de agosto de 2016, Solsiret Rodríguez Aybar, estudiante de sociología, madre de dos hijos y activista feminista del grupo "Ni Una Menos", desapareció... Unos años después, en febrero de 2020, el cuerpo de Solsiret fue encontrado. Esta joven se convirtió en una víctima más del asesinato de mujeres. El caso Solsiret fue uno de los más conocidos en los medios nacionales e internacionales tras el hallazgo de sus restos. (pp 11-12). El caso de Solsiret no es el único en nuestro país lamentablemente, pues, en este contexto, aunque algunos estudios sitúan al Perú entre los países con las tasas de homicidio de mujeres más bajas del mundo, ministerios como Madre de Dios, Tacna, Arequipa, Ayacucho y Moquegua tienen las tasas de homicidio de mujeres más altas, tasas similares a las de los países más violentos. Por ejemplo, Madre de Dios tuvo una tasa de homicidios de 8 mujeres por cada 100 mil en 2018; en tanto, Tacna y Moquegua superaron el 3,5 por 100 mil mujeres para algunos de los años evaluados. (Mojalott, 2021, p.19-20).

Por ello, se reafirma que debido a que ninguna medida de prevención o penalización en contra de los feminicidas han sido lo suficientemente correctas, ha dado origen a un aumento de casos de víctimas de violencia y feminicidio en el Perú.

CONCLUSIÓN:

En síntesis, la forma más eficiente para prevenir casos de violencia contra la mujer sería la pena de muerte, ya que con las medidas tomadas por el momento no hay déficit en el porcentaje anual, al contrario, los casos aumentan. Se sabe que el deshacerse de una vida es una medida inhumana y que la vida es un derecho que todo ser humano tiene, pero a quienes cometen este tipo de violencia u otro, automáticamente deberían despedirse de todos sus derechos como ser humano porque la violencia contra la mujer a veces puede llegar a ser un intento de feminicidio. ¿Por qué hemos llegado al punto de que la violencia contra la mujer se vea como algo común? No existe preocupación total en estos casos por parte de muchos, ya que es tomado sólo como una noticia más y dejan de extender su mano sin tener en cuenta que es algo que podría pasar en su entorno. ¿Por qué nuestra justicia sigue siendo ineficaz? La penalización actual a las personas que cometen este tipo de violencia es solo de 5 a 15 años. Esto otorga un corto tiempo de "tranquilidad" de las afectadas (contando que todavía necesitan un tiempo de ayuda profesional), para cuando sus agresores estén libres, esa "tranquilidad" acabe.





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